sábado, 25 de enero de 2014

Construyendo las torres de la Sagrada Familia.

Era la primera vez que en el proyecto de Gaudí  íbamos a trabajar el volumen en la clase de primero del aulario de Jérica. Hasta ese momento construimos vidrieras, copiamos obras de Gaudí, gaudificamos casas, iglesias y otros edificios, y otros trabajos pero siempre había sido en el plano. La verdad es que es más fácil construir elementos planos que en tres dimensiones. Pero tenía muchas ganas de empezar a trabajar en tres dimensiones ya que creo  que las tres dimensiones    ofrecen  muchas posibilidades creativas a los alumnos al  intervenir además del sentido de la vista, el del tacto e intuyo que precisa de un trabajo mental más intenso, o al menos nuevo, para los niños.
La propuesta inicial era la de jugar con piedras y plastilina dejando que los alumnos se familiarizaran con estos materiales y construyeran lo que desearán. Durante media hora los chicos y chicas  en casi todos los casos  extendían plastilina sobre la mesa y pegaban piedras, desarrollando un trabajo en dos dimensiones. Después de treinta minutos les propongo (No puedo aguantar más mis impulsos directivos)  que construyamos con la plastilina y las piedras una obra de Gaudí. Miramos las fotos que habían elegido como las creaciones  favoritas del autor y les pregunto que podíamos copiar. Deciden que quieren hacer las Torres de la Sagrada Familia. Las iniciativas van en dos direcciones. La primera es construir las Torres tumbadas en el suelo.   Tratan de este modo de seguir en la zona cómoda que conocen y dominan ya que en realidad siguen  construyendo en dos dimensiones. Unos pocos  empiezan a crear en  tres dimensiones, pero tomando como elemento esencial la plastilina a la que añaden algunas piedras. Explico que hay que tomar a la piedra como el material importante y la plastilina sólo es la “pasta”, la argamasa que une las piedras y algunos niños empiezan a trabajar de ese modo. Poco a poco la idea se extiende y hablamos de la importancia de preparar una buena base para poder elevar las  torres. Aparecen  ejemplos de buenas construcciones y las ideas y técnicas se extienden por la clase. Al final casi todos construyen una torre y la coronan con una cruz. Podíamos decir que se ha empezado a disponer de  una teoría sobre lo que hay que hacer para poder levantar una torre y que se extiende entre las mesas como la pólvora. El próximo día partiendo de lo que ya sabemos, experimentaremos con estos materiales tratando de elevar construcciones  más altas, o quizás propongan imitar otras obras de nuestro autor o bien introduzcamos otros materiales como palitos, piedras de otros colores y texturas o arcilla. 


Por cierto tenemos a la venta veintiuna cajas de Trabajos Manuales que dejaríamos a muy buen precio si alguien está interesado. 

1 comentario:

  1. Hola Manuel, me ha encantado los trabrajo de l@s niñ@s. Creo que me lo copiaré-

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